Veintidós de julio de dos mil nueve
Todo el camino es una edad rural.
Quién fuera a colorear desde su sangre,
La fecha enviudada de pájaros
Ha desenjaulado los carteles plumados
Que decían: bienvenidos...
Mi casa se ha disfrazado de murciélago
Para hacerse de noches especiales.
Olvide las llaves y el teléfono fijo me llama
Con voces que antes amaba...
Es muy tarde para juntar palabras
Del labio superior de un fantasma.
La perdición nos llega al cuello,
Con su campeonato de accidentes frutales
Era imposible soñar la vida,
Nos despedíamos por completo...
Hoy lo he visto claro: Estoy preso.
Abrigándome con el tapete del umbral
Sin trucos para cerrar o abrir en masa.

A la esperar de la muerte de un cartero
Ya no quedan botones que apretar...

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