26/8/09






DEL MAR MENOR

Soy del mar menor
Y siempre elijo
Las ceremonias súbitas
De un tajo en el agua...

Ningún nombre
Me es propicio
Cuando las obras
Disminuyen...

Los días están sueltos,
Las noches desesperadas.
Soy de los sumergidos,
Anfibio plebeyo...

Del mar menor
Nacido y criado

Marcas de agua
Cubren mi ruta
Para no volver...
BUSCANDO AQUEL MARTILLO DEL JUEZ

No es tu culpa
Que los nietos
Nos meta goles
Por la huacha
Ni que el sol
Se pierda de vista
En invierno...

No te culpes
Pero pagarás
La pena máxima
Por sujetarte
En la recaída,
Por gastar la luz
En un instante
Solamente.
No hay pruebas,
Pero da igual...

Tus huellas
Dactilares
Brillan en la culata
Del universo,
No más lejos
De tus cuartadas
La inocencia
Se arrepiente
En un remedo
De sí misma...

No eres culpable,
El desastre no
Se manifestó
De tu lado, no.
El lugar del crimen
Cabe en la yema
De tus dedos.
No fuiste tú
Y sin embargo
Nadie te creerá,
Todos serán jueces
De tu condena.
Agnus Dei...

25/8/09


INFINITO

Tú me hablas del infinito por teléfono
Y frunces mi amor en demasía,
Como si el mundo sangrara sorpresas
Y ya no pudiera parar de verte...

Salvo la espuma del mar
¿Quién habrá de rumorear nuestras iniciales?
¿Quién sabrá de techos y lunas llenas?
¿Quién dará la orden de abrir fuego contra los rehenes?
La sonrisa infinitesimal
Cejó al volcar lo inefable...

No dejarás rastros del comienzo
En tus ojos caedizos, en tus frutas más frescas.
Y el ermitaño que adopte antaño
Ya no sabe cómo llamarte en la tierra...

Infinito, sangre coagulada
Que se pierde aún en cronómetros y abreviaturas,
Yo amarraré mi segundero a tus patas
Para seguirte hasta el final...
DOMINGO (1998)

El sol ocre llenó de nostalgia las calles del invierno. Pero mira como son las cosas, tú estabas conmigo. De espaldas a las azoteas de mayo la rosa negra de tus cabellos peinó mi tristeza, largamente, con gran precisión. Pasó la combi emplumada de lluvia y echaste a volar en frecuencias moduladas. Pero antes tuve una visita ortopédica a algún hueco de mi memoria:

Uno por uno, sin paracaídas que asir, han desmayado de vacío los botones blancos del silencio y la salud. ¡SSSHHH! ¿Quién hace tanto escándalo sobre estas tierras peruanas? Vallejo, ¿eso fue el silencio o acaso el estornudo previo al “salud”?, ¿quién ha usado al tiempo de plumero? Una cabecita se agacha, cuajada como queso, y pasa del multicolor al blanco y negro, sin abrir espacio para los grises. Y para colmo: sin celular en estos tiempos saldados. ¡He ahí al culpable de los pájaros muertos en las veredas! Hermano de mazapán ingenuo, qué pena no tener un ángel que prestarte. Mi libertad es vértigo en tu caída, hermanito...

Y desperté al mundo con olor a néctar de durazno y frágiles autopsias, desperté como una bomba picoteada por una gallina, así, desordenadamente. Qué chucha. Me vestí, me puse los zapatos y anudé cada pasador a un extremo de mis ojos, comí con toda lentitud un trozo de casualidad, de tanto en tanto remojado en alguna interjección. Algo así como: ¡SSSHHH! Y después nada: trabajar, cargar bultos de huesos y plumas de cisne, sudar una flor demasiado humana y caer hacia arriba (por no decir hacia abajo). Con el mantel tendido bajo el sol, haciendo hora delante de un tigre con garras de segundero: Tú vienes como nueva ola, sonrisa en mano y un vuelo impreso en la punta de esa tu golondrina. Entonces se va, este mal sueño se va y vienen las buenas pesadillas, las del amor...
COME DE FIEBRES

Junto a mi pecho acechan fieras torrenciales,
Una espera que ruge a mares, mortífera,
Como algo que se pudre maravillosamente.
Señor, tú que no habitas en los pormenores
De mi condición, llora, despójate el rigor
Que me ahueso hacia tu sólida alabanza...

Señor, adopta lo gris que mi sangre
Nombra como fue en un principio.
El murmullo nos ha devorado las manos,
El tamaño es indomable y enfermará
La simpleza con que mueren las olas
Junto al pecho, hondo túnel propio...

Al borde de mis pupilas, señor,
Duermen falsas cajas de música
En un estruendo cerrado, mis brazos sollozan
A lo lejos, consumiéndose ellos mismos.
Los sospechosos siempre serán nuestros parientes,
Los que se negaron a intentar el silencio...

Antes de las sombras
No era tan distinto...

23/8/09

SIESTA

Duerme por los senderos
Mientras roban tus pasos.
No vuelvas a despertar
Azul, jamás violeta o negro...

Duerme con los ojos abiertos
Y la espuma en boca
De los desocupados,
Esos que no hacen nada...

Yo cuidaré de ti
Cuando desaparezcas...

Duerme al filo de los horizontes,
Incógnita, anarquizada,
Con sábanas extendidas
En cada párpado...

Duerme en la invocación
Que educa las piedras
De un solo color, entero,
El del alba...

Hazme posible
Entre tus horas...