PAN
Abre tu mano y que seas prójimo
Del color, agitando en reclamos de futuro
Verdes siluetas sonrojándose,
Hasta establecernos frente a la tragedia
Del color de un espejo mirado...
Creadores de los días en mayúsculas:
Abran cada uno de sus dedos, cada pecho en su sitio,
Cada beso negado a la dignidad de vivir
Sin preguntar por lo que hace rato vendrá...
Lejos del canto que gobierna las sombras
Sólo parpadean silenciosamente
Los más difuntos, los que nunca nacerán de nuevo
En el hocico angelical de los truenos.
Siempre que llega la hora en su dictadura
De signos vitales nos reconocemos...
Abre tu mano como se abre un pan
Y búscame hasta que duela encontrarnos,
De frente a cuestas, con el grito en andas
¡Qué furtiva entraña de nuestra razón!
Entrega los huesos obstinados de esta noche
Que mi país se ha vuelto un niño en guerra...
Abre tu boca desde el fondo del hambre
Y arráncale los cuernos de ministro o presidente
Que, como el pan y sus migajas, vivirás
Siempre luchando, siempre...
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